Vencer las tentaciones es un desafío que todos enfrentamos, especialmente jóvenes como tú que están en una fase de la vida llena de elecciones importantes y, muchas veces, con umna fuerte presión externa.
Pero nunca te olvides que Jesús en todo es nuestro ejemplo!
En el Evangelio de Mateo 4:1-11 vemos uno de los momentos más poderosos de la vida de Jesús: la tentación en el desierto. Después de ayunar durante 40 días, fue tentado por el diablo en tres áreas clave: necesidades físicas, poder y orgullo. Y ya sabes, Jesús venció cada tentación usando la Palabra de Dios.
Al igual que Jesús, podemos resistir las tentaciones conociendo la Palabra de Dios, que es nuestra arma fuerte. Cuanto más tiempo pasamos leyendo, estudiando y meditando, más preparados estaremos para decir “no” cuando algo intenta desviarnos del camino correcto
Salmos 119:11: “En mi corazón he guardado tu palabra para no pecar contra ti.”
Dios sabe exactamente a qué nos enfrentamos. Y la buena noticia es que Él siempre nos da una solución. Cuando estés en una situación de tentación, recuerda que hay una solución. Pídele a Dios sabiduría y fortaleza
2 Timoteo 2:22: “Huye también de las pasiones jjuveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz.”
A veces la decisión más sabia no es quedarse y tratar de resistir, sino simplemente abandonar la situación. Si estás en un lugar o con personas que te están llevando a pensar o hacer cosas que sabes que están mal, vete. Huye de lo que te hace caer. Esto podría significar evitar cierto tipo de fiestas, distanciarte de alguien en las redes sociales o incluso cambiar de entorno.
Estamos muy influenciados por las personas que nos rodean. Si estamos rodeados de amigos que nos animan a vivir a la manera de Dios, será más fácil resistir las tentaciones. En cambio, si estamos rodeados de quienes constantemente nos tiran hacia abajo, será mucho más difícil mantenernos firmes. Elige bien tus amistades.
Proverbios 13:20: “El que anda com sabios, sabio será; mas el que se junta con necios será quebrantado.”
Dios dice a sus discípulos en Mateo 26:41: “Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.”
Jesús sabe que tenemos debilidades. Y Él nos da la clave: la vigilia y la oración. La oración es como recargar nuestras baterías espirituales, nos conecta con Dios. Cuanto más tiempo pases con Dios en oración, más fuerte serás para enfrentar las tentaciones.
La tentación es parte de la vida, pero la buena noticia es que no somos los únicos que la superamos. Dios nos ha dado todas las herramientas que necesitamos, Su Palabra. Como jóvenes, tenemos la oportunidad de construir vidas fuertes, resistiendo las tentaciones y viviendo de acuerdo con los propósitos de Dios.