Cuando se habla de intimidad, muchos piensan en referirse únicamente a los sentimientos afectivos entre un hombre y una mujer. El mundo piensa que la intimidad se limita al contacto físico, pero en realidad es mucho más que eso, es estar conectados, conectados de una manera especial, y no hablo de la conexión que el mundo tiene entre sí, sino de nuestra conexión con el creador, de la búsqueda y conexión con él, del conocimiento y relación más profunda con Dios.

SALMOS 63:1-3

1 “Oh Dios, tú eres mi Dios; yo te busco intensamente. Mi alma tiene sed de ti; todo mi ser te anhela, cual tierra seca, extenuada y sedienta.

2 Te he visto en el santuario y he contemplado tu poder y tu gloria.

3 Tu amor es mejor que la vida; por eso mis labios te alabarán”.

Aunque Dios sabe todo de nosotros, el compartir intencionalmente nuestra vida es parte importante de tener una relación con Dios, y en esta relación es necesario tener confianza, aceptar y obedecer incluso sin entender, significa dar todo de nuestra vida a Dios, no sólo gratitud y alabanza o solo cosas que creemos que son apropiadas para decir en oración, sino compartir cosas, momentos que podríamos considerar inútiles en una conversación con Dios.

Cuando de repente nos damos cuenta y entendemos cuánto necesitamos a Dios, automáticamente anhelamos su presencia, y cuando estamos delante de ella, no podemos despreciarla ni siquiera querer irnos.

Nuestra conexión con Dios nos hace desear y reverenciar todo lo relacionado con Él, tener temor de Dios, no hablo de miedo, pensando en cosas que nos cuesta entender de Dios, sino de un secreto que nos lleva a conocerlo, de una manera tan fuerte, y esta intimidad nunca la podríamos tener con nadie ni con nada más.

Un nivel de relación tan simple, pero a la vez tan complejo y recíproco, que sólo quien lo conoce y quien lo tiene y quiere buscarlo, podría entenderlo.

Por eso, JOVEN KURIAKOS, conéctate cada vez más con Dios, no con el objetivo de buscar en Él la satisfacción de tus deseos y placeres de la carne, sino para que puedas conocerlo verdaderamente. 

BUSCA LA VERDADERA CONEXIÓN EN DIOS.