Hoy vivimos en una sociedad decadente, que defiende valores y principios absolutos a la vez que asume una postura de radicalismo. Mientras tachan a los cristianos de retrógrados e intolerantes. En esta sociedad enferma por el pecado, las personas cada vez se aman más a sí mismas que a los demás, aman las cosas materiales más que a la familia y aman los placeres de la carne más que a Dios.
Hemos sido testigos de cerca del avance desenfrenado de la inequidad, el crecimiento del mal y la violencia. Lo que vemos no es sólo tolerancia al error, sino una inversión de valores sin precedentes. Llaman luz a las tinieblas y luz a las tinieblas, aplauden el vicio y se burlan de la virtud, devalúan el honor y alientan el crimen. En esta cultura pervertida y corrupta que destruye los fundamentos, rechaza la verdad, se burla de la justicia, se ríe de la pureza y de lo sagrado, necesitamos tener coraje y firmeza para no dejarnos corromper por las presiones y engaños del mundo.
Romanos 1.20 “Porque las cosas invisibles de él, su eterno poder y deidad, se hacen claramente visibles desde la creación del mundo, siendo entendidas por medio de las cosas hechas, de modo que no tienen excusa”.
El diablo ha luchado para destruir los principios de Dios. Intenta devaluar lo que Dios valora. Inventa mentiras para engañar a la gente.
Juan 8.44 – “Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. Él há sido homicida desde el principio y no há permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de sí mismo habla, porque es mentiroso y padre de la mentira.”
El mundo crea nuevos conceptos y cambia el significado de las cosas para atraer a la gente. Pero todo esto es temporal y solo lo que queda pertenece a Dios, “porque todo pasa rapidamente, y volamos” – Salmos 90.10 Cuando un valor permanece es porque Dios está “sustentando todas las cosas por la palabra de su poder” – Hebreos 1.3
La Palabra de Dios jamás pasará.
Necesitamos volver a los conceptos creados por Dios, aprender el propósito de la vida humana, la importancia de la familia y la Iglesia de Cristo. Jesús vino a establecer el Reino de Dios y vencer las mentiras del diablo, porque “Para esto apareció el hijo de Dios: oara deshacer las obras del diablo” ( I Juan 3:8 ). Quien sustenta estos valores es Dios y nada puede cambiar su voluntad.
Pero tú, joven Kuriakos, puedes desempeñar un papel excelente en la sociedad si te fortaleces com los principios que enseña Jesucristo.