La juventud es una etapa o mejor dicho, una fase de descubrimiento y creo que quizás, de los primeros y más importantes cambios en la vida de muchos jóvenes.
Etapa en la que muchos se centran en “vivir el ahora y olvidar el mañana”, divertirse, romper rutinas y hábitos, descubrir y redescubrir, disfrutar de todo y de cualquier cosa, lo que al principio puede no parecer malo, tal vez no lo sea, pero será lo más importante? Va de acuerdo con el propósito de Dios para ti?
Cuando, desde muy pequeños, los jóvenes oyen hablar del “cristianismo“, del camino con Dios, toman como punto de partida una vida de restricciones y prohibiciones, llena de correcciones, y luego la rechazan.
Jóvenes que desperdician toda su juventud en placeres carnales y cuando llegan a la madurez, miran hacia atrás y se dan cuenta de que no disfrutaron del logro más grande de todos, UNA VIDA DE EXPERIENCIAS CON DIOS.
ECLESIASTES 12:1-2
“1 No dejes que la emoción de la juventud te lleve a olvidarte de tu Creador. Hónralo mientras seas joven, antes de que te pongas viejo y digas: «La vida ya no es agradable».
2 Acuérdate de él antes de que la luz del sol, de la luna y de las estrellas se vuelva tenue a tus ojos viejos, y las nubes negras oscurezcan para siempre tu cielo”.
Joven, ya en esta etapa Dios te llama, Dios quiere tener una relación contigo, no creas que necesitas esperar hasta cierta edad para que Él te confíe las cosas, Él ha confiado en ti ahora, solo necesita que le prestes atención y le digas “Señor Heme aquí”.
No hay nada mejor que, en cuanto seamos jóvenes dediquemos nuestra vida a servir a Dios, porque la maior felicidad está en Él. Él guía cada paso que damos y Su voluntad en nuestras vidas es perfecta. Recuerda a Dios en cada momento de este tiempo y vive cerca de Él.
1 TIMOTEO 4:12
“Ninguno tenga en poco tu juventud, sino sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor, espíritu, fe y pureza.”